Estoy a favor y en contra de las redes sociales a partes iguales. Spotify social es una de las cosas que me hacen estar a favor. Hace unas cuantas semanas los suecos hicieron el anuncio de la integración de su servicio de música y esto nos abrió las puertas a compartir directamente mucho más música a través del Facebook y a poder mirar los playlist de nuestros amigos (siempre y cuando estos habiliten la opción). Para mi este invento es genial, ya explico los porque...
Yo soy de esas personas que esta esperando en el banco que le atiendan y en los 20 min o más que puede durar este trance termino conversando con un monton de gente, en realidad es porque creo que teniendo algo de que hablar y que compartir hace más llevadera al espera, en fin, que soy bastante "social". Luego desde que recuerdo tengo la sana costumbre de que siempre que iba a la casa de algún conocido nuevo el ritual era el mismo, mirar con detenimiento las repisas o muebles donde se almacena la música, peliculas y libros de la casa. Y aunque puede resultar una rutina un poco de acosador, siempre me abría un par de puertas: la primera es un camino directo un poco a la personalidad del escaneado (aunque no determinante), la segunda que puedes llevarte gratas sorpresas conociendo nuevas cosas que no hubieras escuchado, visto o leido.
Con el nuevo Spotify pasa lo mismo, gracias a su interconexión puedes ver las listas y discos que hayan marcado como favoritos tus amigos e ir "revisando" sus gustos musicales y porque no descrubrir nuevos interpretes y estilos... Además te permite ir haciendo tus listas y como estan allí alguién puede nutrirse también de lo que uno ponga.
En fin que es una buena idea y ya forma parte de esta sección habitual (aunque no tan frecuente) del blog y que tiene la peculiaridad de ser la primera redactada sobre un hecho presente, no del pasado...
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