Desde que ocurrió el terremoto y posterior tsunami en Japón vivimos de nuevo el "miedo nuclear" al estar en ocurriendo problemas en la central de Fukushima, seriamente afectada por el golpe de la naturaleza. El miedo y la preocupación flotan en el aire, la prensa escrita, internet, la televisión, radio y porque no, las redes sociales. De verdad el problema de la radiación inquieta porque este tipo de cosas son las que todos sabemos que pueden ocurrir pero preferimos pensar que nunca sucederan. También esta el hecho de que se teme más a lo que no se ve.
A mi no me preocupa tanto lo que pase o deje de pasar con la central, estoy convencido que la situación se controlará. Costará vidas (seguramente), recursos y tiempo, bastante tiempo pero el peligro más directo pasará y quedará todo el cuento como parte de la historia de los accidentes con energía nuclear. Con el tiempo se olvidará y nuevas cosas ocuparan los titulares y quedará en el pasado, como ha quedado el único antecedente de accidente nuclear grave: el de Chernobyl.
En este bombardeo de in formación esta semana he parado en la página personal de Elena Filatova. Quien se ha encargado de documentar como toda esa zona permanece en casi total soledad casí 25 años después. En estos sitios parece que el tiempo se detuvo aquel 25 de abril del 86 y el riesgo sigue allí. Según los optimistas la zona podrá repoblarse en 300 años... los moderados hablan de 600 y los pesimistas de 1000... El hecho es que esta zona permanece abandonada y olvidada en los mapas y por la gente y se ha convertido en un "pueblo fantasma", un pueblo donde la gente que ha ido testifica que el silencio es "inquientante y ensordecedor"...
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