Desde hace una semana desayunamos, almorzamos, cenamos y dormimos con la noticia de la muerte de
Michael Jackson. Ya la cosa empieza a pasarse un poco de los límites o por lo menos de los mios. Se le ha dado más cobertura a este evento que a los 2 accidentes de los Airbus que han dejado más familias de luto (familias directas, no fanes adoloridos).
Pero claro, será que eso es lo que tiene ser un fenómeno mediatico... me gustan las palabras de
Quico Alsedo en su
Sexo, Drogas y Rock & Blog de
elmundo.es:
"Primero lo matamos, ahora nos comemos sus restos. Nos sentamos al borde del ataúd, afilamos los cuchillos, cortamos lo que queda de él en filetes y con los huesos hacemos una sopa. Primero nos aseguramos de que la presa esté bien muerta –llevamos años matándola–. Después la aliñamos con mitología, con basurilla rosa no tan alejada de los culebrones simbólicos de Ovidio, y por último nos la papeamos. Y está rico.
Lo de estos días con Michael Jackson es pura antropofagia. Somos caníbales, y no me parece mal. Una parte de nosotros, una parte de cada uno, come humanos. O al menos lo desea. Lo hagamos físicamente o no."
En lo único que difiero es que a mi si me parece mal. Me parece mal tanto morbo y explotación de la imagen de un malogrado ser. Michael Jackson ha vendido más discos en estos días que en los últimos 2 años por lo menos, muchas cadenas se habrán forrado a punta de millones de noticias sobre cualquier cosa con relación al cantante y ese largo etc.
Por mi parte creo que ya es hora de que lo dejen descansar en paz...
